Hay que denunciarlo con frontalidad: el régimen de transición aprobado por la Asamblea rebasa completamente el Mandato que esta recibió del pueblo ecuatoriano y que se plasmó en el Estatuto. Ello constituye una descomunal arrogación de funciones y una gran trampa pues el pueblo ecuatoriano jamás lo autorizó.
Este llamado régimen de transición otorga a la Asamblea, si el sí triunfa, la capacidad de reunirse nuevamente y designar un ‘Congresillo’ o Comisión Legislativa con facultades extraordinarias. Aunque parezca increíble, esta Comisión podrá legislar materias tan importantes como la electoral, judicial, control social, comunicación, descentralización, entre otras.
Adicionalmente, tendrá el poder de organizar y conformar (provisionalmente) la nueva función electoral, el Consejo de la Judicatura y a través del mismo la nueva Corte Nacional de Justicia, la nueva función de control social y la Corte Constitucional. Este ‘Congresillo’, por tanto, elegido a dedo por una Asamblea que ya no podría reunirse pues su tiempo culminó no solo legislará a discreción y bajo la tutela del Presidente, sino que aprovechará su tiempo de vida (quizá medio año) para designar a las autoridades que dirigirán dichos organismos por un lapso indeterminado; lapso suficiente para asegurar el control del Ejecutivo sobre su conformación definitiva.
Con ello, el presidente Correa logrará un dominio absoluto sobre la totalidad de instituciones del Estado, instituciones que en un Estado de derecho deberían irreductiblemente mantenerse ajenas de ingerencias políticas, peor, de la influencia exclusiva del Ejecutivo.
Inverosímil. Trampa brutal. Recomiendo el análisis de las transitorias del proyecto de Constitución y de los 30 artículos del llamado régimen de transición para comprobarla. ¿La pregunta es quién les autorizó semejante barbaridad; ¿quién otorgó a la Asamblea el poder para no solo hacer un nuevo proyecto de Constitución sino, además, para reinstalarse una vez fenecido su tiempo de funcionamiento y crear a dedo un órgano legislativo que legislará sin oposición ni competencia democrática y nombrará a las autoridades que han de dirigir las nuevas instituciones del Estado?
Con este régimen de transición, la mayoría de la Asamblea, por orden del presidente Correa, intenta dar un golpe de Estado y copar, a través del referéndum, toda la institucionalidad política y jurídica del país. Dirán que se trata de un mecanismo transicional, que es democrático porque el pueblo lo votará en el referéndum, que todo ello ocurrirá a través de concursos públicos de méritos.
Sin embargo, constituye una trampa descomunal colar a la aprobación de los 444 artículos constitucionales la ratificación, en bulto, de un Régimen de Transición que contiene, nada menos, que la captación de todo el poder para el grupo de mayoría. ¿Es esto un golpe de Estado o qué es?
miércoles, 30 de julio de 2008
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1 comentario:
eso tenia que pasar para que se complete el golpe de estado que comenzo cuando el tribunal electoral destituyo a los 57 diputados y siguio cuand la asambldea de plenos poderes ceso en funciones al congreso y ahora so pretexto de querer poner en orden la casa para implantar el mamaracho de constitucion desean arrogarse funciones que nadie les ha dado pero toca ponerse pilas todos los ecuatorianos y decir no a el dictador y a sus secuases que quieren hacer el mayor atraco al pais
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