miércoles, 27 de agosto de 2008

Cuidado te manchas las manos de Sangre

Por Dr. Miguel Palacios Frugone.



Correa nos ha llevado a tal extremo de polarización de nuestros sentimientos, que nuestra realidad es muy clara: o estás con el o contra él.

Esta postura radical ha sido fomentada por su verborrea y enfrentando el resentimiento popular contra la comodidad de aquél que con el sudor de su frente, ha podido generar algún tipo de bienestar personal. Malévolamente ha manipulado la carestía y la frustración del que no tiene nada que perder, para que se oponga sin razón a los que algo han logrado y tienen cualquier cosa que perder. Aquí no es cuestión de volver al pasado o si el futuro será mejor. Si esto fuera cierto, el refrán popular dice que todo tiempo pasado fue mejor y así mismo que todo futuro es incierto.

Independientemente de cómo definamos al tiempo, nuestra realidad es una pesadilla tétrica y convulsionada. Nadie sabe al día siguiente lo que pasará o contra quién peleará Correa o a quien va a insultar.

Parte de esta farsa de futuro prometida que nos vendió hace un año ocho meses, es el caos que vivimos hoy. Lo que en la campaña era una promesa de un futuro mejor, hoy es una lacerante realidad que nos castiga por los precios elevados de los alimentos, la falta de trabajo y el autoritarismo tiránico de quien no respeta ningún orden establecido. Otra mentira que nos vendieron es el proyecto de la nueva constitución. La mayor parte de los asambleístas, no está capacitado para el puesto que ocupa. En su gran mayoría los parricidas de la patria, eran unos N.N. desconocidos, seudoizquierdosos frustrados, chiros y algunos incluso prontuariados. Ninguno de ellos es jurista y mucho menos son hombres de éxito o representativos de la actividad de la que vivían, si es que alguna ves la habían tenido.

Con la calidad paupérrima de asambleístas anónimos que se eligió, lo lógico es que la constitución también sea misérrima en su contenido.

En la confección de la constituyente se han visto las prácticas más deshonestas, bajas y ruines, propias de la peor escoria de la partidocracia que tanto Correa criticó. Se llegó al chantaje y la filmación oculta. Se recurrió a los golpes testiculares, los insultos, las cosidas de labios, la ofensa a las mujeres, la represión policial, la destitución del presidente de la asamblea, a no darle la palabra a quien no convenía, a mentir, a utilizar el cargo como medida de presión, a hacer mandatos inconstitucionales, a quitar las elementales garantías ciudadanas como los amparos constitucionales, etc.

El actual proyecto tiene muchas sandeces en su interior, pero algunas de ellas son inadmisibles.

Así por ejemplo, se consagra el derecho a las piedras, pero se permite el asesinato a los no nacidos.

A Guayaquil le quitarán el registro civil, el puerto y el aeropuerto.

Se glorifica la unión de homosexuales, mientras se permite el maltrato a la mujer por parte de las autoridades públicas.

Se trató de hacer una carta magna que pretendía poner derechos al orgasmo femenino de las asambleístas de país. Todas estas ridiculeces, traducen una palabrería inútil que enaltece la incapacidad de quienes la hicieron.

Tendremos que votar por una mamarrachada hecha al apuro y con trampa. El Corcho nombró ilegalmente una subcomisión que irrespetando a las comisiones, se dedicó a mochar artículos o a pasar incisos nuevos, para convertir en legalidad aquello que por apuro o por sueño se pasó por votación en la madrugada y que resulta una traición al mandato del pueblo ecuatoriano.

Lo que votaremos en el referéndum es una degeneración constitucional.

¿Como se puede aceptar que el secretario de la presidencia junto con un asesor español, a última hora redacten, modifiquen o supriman textos que no fueron discutidos sino borregamente votados y que nadie conocía?

La aprobación de doscientos textos en dos días raya en el cinismo de quienes piensan que los ecuatorianos padecemos del síndrome de estupidez relativa.

Sin embargo, la mayor inmoralidad de estos desfachatados, está en la pretensión de perpetuarse en sus funciones en el mal llamado congresillo, que es inconstitucional desde cualquier punto de vista.

El referéndum anterior y el estatuto imponen la disolución de la asamblea el día 25. No existe la posibilidad de que nadie, por mucho vacío jurídico que ellos mismos hayan dejado, se pueda perpetuar en un cargo que no existe después de esa fecha.

¡La definición es ahora!

Los que voten por el SI mancharán con sangre sus manos al ser cómplices del asesinato de todo niño que no pueda nacer. Los que voten por el NO, estaremos por la defensa de Guayaquil y por la democracia que no admite la perpetuación de los tiranos. Yo votaré mil veces NO y lucharé como sea o donde tenga para que todos lo hagan.

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